jueves, 10 de marzo de 2011

Donación de libros

El fin de semana me entretuve en ordenar la segunda pieza de mi depto, que pasó a ser oficialmente mi escritorio (antes lo era inoficialmente y de forma muy poco efectiva).

Podría ser que ocupé el tema de ordenar como un sistema de catarsis o un ritual de orden interno, pero la verdad estaba chato de tener una pieza que nunca ocupaba porque estaba muy desordenada. Entre otras cosa, porque tengo una gran cantidad de libros, así que decidí comprar un tercer librero y al sacar los libros de los otros dos para poder moverlos, decidí que había una buena cantidad de material que no pensaba volver a utilizar, en su mayoría porque ya lo había leído.

Abajo pueden ver como quedó.


Pensando en que hacer con el material sobrante, twiteé pidieron sabiduría y twitter (o algunos de los que me siguen en twitter, para ser más exacto) respondieron que estaban dispuestos a ayudarme a deshacerme de libros, por lo que decidí hacer una donación.

Ya se hizo la primera parte de la donación, de modo privada, entre la gente que más aprecio. Mi mamá recibió mi bergier y mi hermana mi notebook antiguo y varios amigos cercanos algunos libros, manuales y juegos.

Así que ahora viene la donación pública. Abajo están las cosas que quedan para donar, si a usted le interesa algo, me lo hace saber, le aviso si todavía quedan en stock (ya que esto es hasta acabar stock, no pienso en comprar algo sólo para donárselo) y se coordina la entrega. Simple y bonito.
Impregnado en el filosofía Ubuntu ("I am what I am because of who we all are.") de compartir con el resto.

Y el listado (después de toda la lata que posiblemente usted no leyó):

Exalted Storyteller Companion + Screen
El Sopor de los Anillos
La estación Basilisco (1era entrega de serie Honor Harrington)
La comunidad del anillo (J.R.R.Tolkien)
Las dos torres (J.R.R.Tolkien)
El abad asesinado
Royal Flash
¡Todos a la calle! (M.Moore)
Bleak history
La amenaza andrómeda
Máquinas mortales
Los señores de la muerte (Elige tu propia aventura de AD&D)
La isla del tesoro (Stevenson)
La septima M (Fran Solar)
King of the Beast (Juego de tablero)

Saludos.
Nota a los copuchentos:
Si usted quiere saber como estaba la famosa pieza antes, puede ver esta foto:
 

Si bien la pieza estuvo así, fue bastante antes de decidir ordenarla, porque así la encontré el 27 de febrero del año pasado, después del terremoto.

miércoles, 19 de enero de 2011

Carta abierta a una amiga que ya no está.

No sé si Alf o Paula lean esto, pero voy a pedirles permiso igual.


Alf, tu pena es abrumadoramente mayor que la mía, tu pérdida es abismalmente mayor que la mía. Mi pena es tan pequeñita en comparación que se siente egoísta sólo por existir y por tratar de aparecer.


Paula, tu pena es menor que la de Alf, pero igual la siento mayor que la mía. Hoy, les pido a ambas penas que le den permiso a la mía de salir a la superficie en su presencia. Espero se lo concedan.



Amiga Sandy,



Hoy se cumple un mes desde la última vez que nos vimos.

Jamás se nos ocurrió que esa vez sería nuestra despedida.

Triste consuelo es que la última vez que nos vimos lo hicimos todos juntos, en nuestra extraña tradición sacada, como todas nuestras tradiciones, de una loca idea que creció mucho. Por un momento pensé que ese año no la íbamos a hacer. Por suerte, me equivoqué y la realizamos.

Triste consuelo, pero consuelo al fin y al cabo, que la última vez que nos vimos, conversamos, estábamos contentos y teníamos alegría en nuestros corazones. Rara vez nos enojamos, creo que no habría soportado que la última vez que nos despedimos fuera enojados.

A la noche siguiente, Alf me llamó pidiendo que fuera a su casa. Era tarde, pero eso sólo me indicó que debía estar allá. Me vestí y partí a ver en que podía ayudarlo. Nunca imaginé que era para contarme que tuviste un accidente fatal.

Te escribo para decirte que te extraño, sólo cuando estabas de viaje pasaba más de un mes sin verte. Incluso cuando yo estuve en el Norte, nos veíamos cuando me escapaba a Stgo. Mucho menos tiempo pasaba sin saber de ti, ya fuese por correo o algún otro medio de comunicación. Son muchos años desde que somos amigos, me cuesta recordar los tiempos antes de que estuvieses con nosotros, Sandy.

Fuiste la Lulu de nuestro Club de Toby. Única mujer entre un grupo de hombres, algunas veces barbones, la mayoría del tiempo panzones. De a poco aparecieron más compañeras, yo llevé varias al Casting, pero ninguna quedó. Espero que la última Anita que estuvo conmigo se quede, creo que era la que más te gustó.

Tu partida nos golpeo en el alma, lo que no es difícil de creer, teniendo en cuenta que eras uno de los centros en nuestras reuniones y juntas. Durante un tiempo, yo fui quien convocaba nuestras reuniones y llevaba el pan y el vino a nuestras reuniones. Era fácil, sabiendo que estarías allí para hacer que ese pan fuese sabroso. Muchas gracias por eso.

Recuerdo cuando me retaste porque hice una reunión y no te invité. Era para ver animé, que nunca te interesó mucho. Olvidé que lo que te interesaba era estar con nosotros. Te pido disculpas otra vez, ya no podré invitarte más, aunque no por eso dejarás de estar entre nosotros.

Nos dejaste solos, nos sentimos solos. Estamos todos tus pollos juntos pero igual se siente extraño estar sin ti, mamá gallina. Algunos de los pollos hemos tratado de crecer rápidamente para tratar de darles algo de calor al grupo, a ver si entre tanto pollo grande logramos hacer el calor de mamá. Hay un par que se me escapan, que mis alas no llegan. Espero que me comprendas, tengo el firme propósito de crecer para volver a tenerlos cerca y calentitos lo antes posible. Por el momento, sólo puedo mirarlos de vez en cuando y esperar que otro pollo los acoja.

He escuchado que en nuestro bosque, yo soy el roble. Árbol grande, viejo, de madera dura que protege al resto de la lluvia y el clima. Tú eras nuestro arroyo, del cual sacábamos cariñosos nutrientes para nuestra alegría. Desde que ya no estás, he tenido que estirar mis raíces hacia otras fuentes de agua, obteniendo pequeños sorbos para no secarme y tratar de no quitarle la poco agua que aún queda a mis hermanas plantas cercanas. No quiero reemplazarte y buscarme otro bosque, aún estoy pensando como lo arreglaré, pero no te preocupes, le encontraré una solución a esto.

Me voy a despedir, pero tengo el problema de ver cómo te llegará esta carta. Podría enviarla a tu correo, pero eso es sólo hará que Alf quizás la lea. Es por eso que pensé en hacer algo similar a lo que hicieron mis raíces. La estoy escribiendo como una carta pública, para que muchas de las pequeñas Sandritas que dejaste en el corazón de los que te conocimos y amamos la lean. Es lo que nos dejaste, amiga. Un montón de Sandritas, de recuerdos, de alegrías y tristezas. Es lo que tenemos de ti hoy, es lo que no queremos perder.

Eras una mujer alegre. Extrañamos esa alegría. No ayer, no hoy y quizás no mañana. Pero espero que un día podamos juntarnos y mencionar tu nombre sin llenarnos de pena. Brindo por ese día, brindo por ti, querida amiga.